sábado, 15 de mayo de 2010

Jane Jacobs: La economía de las ciudades. Parte I



Jane Jacobs (1916-2006) fue una escritora canadiense quien escribió sobre los cambios de las ciudades principalmente en América del Norte. En 1970 publicó el libro La economía de las ciudades. El trabajo de Jacobs es un análisis sobre la economía de las ciudades y su nacimiento y desarrollo. A través de un lenguaje muy sencillo, pero que denota el conocimiento que ha adquirido a lo largo de los años, la autora, establece su tesis principal la cual nos dice que el desarrollo de las ciudades precedió a la revolución agrícola. El texto es enriquecido por la gran cantidad de ejemplos, tanto reales como ficticios que hace disfrutar al lector de un libro ligero y comprensible.

Jacobs inicia con el paradigma clásico del desarrollo, englobado en la pregunta: ¿Por qué algunas ciudades alcanzan el desarrollo económico y otras decaen? Ésta es la cuestión que la autora se aboca a responder en el transcurso del libro, sentando algunos elementos de suma importancia para la teoría del crecimiento económico urbano.

Para lograr su objetivo Jacobs da un giro al pensamiento de sus contemporáneos poniendo primero a la ciudad y luego la actividad rural. La autora contraargumenta la teoría clásica que dicta que las ciudades surgen del desarrollo del espacio rural después de la revolución agrícola, es decir que el superávit de las actividades económicas primarias crearon una base económica solida en un lugar determinado que permitió, posteriormente, la transformación gradual de este espacio en una ciudad (núcleo de población agrícola, villas y, finalmente, ciudades).

Jacobs expone que es la ciudad la que precede a la revolución agrícola. El argumento es que la agricultura se ha desarrollado por la innovación la cual se desarrolla a su vez gracias a los avances en ciencia y tecnologías que sólo se podrían dar en las urbes; para consolidar lo anterior ella apunta al ejemplo de que la Revolución Industrial apareció primero en las ciudades y después en los espacios rurales.

Jacobs apunta que las industrias que aparecen en los espacios rurales no son industrias que se originan por factores endógenos de la economía rural, por el contrario son industrias que en un inicio aparecen en las ciudades y posteriormente se trasladan a los espacios rurales porque la mano de obra es más barata y el territorio es más amplio. La autora entonces señala que el trabajo rural es en realidad trabajo urbano trasplantado.

Para sustentar sus teorías, Jacobs utiliza un vívido ejemplo de una ciudad ficticia de nombre Nueva Obsidiana. Según este ejemplo, todo inicia con la existencia de un staple - recurso natural bruto -. Las tribus cercanas buscarán establecer un asentamiento cercano a la localización del Staple. El proceso de extracción del Staple se combinará con otras actividades como la caza y la recolección de granos. Poco a poco se diversificarán las actividades del asentamiento en: líderes, guerreros, cazadores, recolectores, comerciantes, religiosos, entre otros. Las interacciones con otras tribus darán paso a las actividades de comercio: exportación del staple e importación de otros artículos que no se encuentran dentro del área geográfica del asentamiento. Esto permitirá que el asentamiento se transforme en un centro de intercambio comercial para distintas tribus.

El comercio permitirá que el lugar se constituya en un punto geográfico de interés para los comerciantes que vengan de tierras lejanas a importar el staple. En el lugar se comenzará a refinar el staple para crear productos con valor agregado que podrán ser intercambiados por otras mercancías como granos y animales. La diversificación del comercio en el asentamiento desarrollara nuevos empleos que se convertirán en la agricultura y la ganadería primitiva. La observación y experimentación, e incluso los accidentes naturales, darán paso a productos híbridos y ganado mejor alimentado, más fuerte y resistente. Esto les dará una ventaja competitiva a los agricultores y ganaderos del asentamiento, por lo que dejarán de importar animales flacos o granos simples. Los pueblos lejanos al centro comercial, es decir las regiones rurales, al ver afectados sus productos de intercambio imitarán las prácticas observadas en la ciudad.

Finalmente, cuando la agricultura se estandariza los productores de la ciudad buscan áreas con mayor extensión de tierras para producir los productos primarios a gran escala. En otras palabras, la agricultura y la ganadería se trasplantan de los espacios urbanos a los espacios rurales, lo que permite concluir que la actividad rural es una extensión de la actividad económica urbana y es ésta última la que se encarga de transmitirle las innovaciones a la primera.

Es así como Jacobs concluye que las ciudades dieron origen al espacio rural y posteriormente se gestó, gracias a la demanda urbana y su actividad económica, la revolución agrícola. En consecuencias, las ciudades fueron primero que los espacios rurales y no al revés. Esta fue la idea revolucionaria de Jacobs que la enfrentó con la idea establecida por filósofos, historiadores, economistas y otros letrados al señalar que la ciudad es la causa del desarrollo rural y no efecto de éste.

Con esta conclusión cerramos el espacio de hoy. En la próxima entrada publicaremos una segunda parte de los procesos que Jacobs describe. Siéntanse libres de comentar sus opiniones al respecto. Un saludo y volveremos con la segunda parte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece bastante interesante el planteamiento de J. Jacobs, una revolucionaria que dio un giro interesante a las economias de aglomeracion.